Camión italiano capturado en Guadalajara, marzo de 1937
Creator: Foto Mayo
Source:
Biblioteca Nacional de España, Madrid, GC-Caja 54/2/25
Date Created: 1937-03
Type: Photograph
Extent: 1 item
40.6327, -3.16461
La fotografía muestra un camión italiano capturado por tropas de la Brigada Internacional en la Batalla de Guadalajara. En la parte de atrás pintaron “Tomado de la escoria fascista”.
Guadalajara supuso la primera experiencia de guerra moderna de las unidades del recién creado CTV y las “marcó con fuego”, en palabras del voluntario fascista Renzo Lodoli, más que cualquier otra acción posterior. El fracaso en marzo de 1937 de la ofensiva para cerrar el cerco sobre Madrid, deseada por el mando italiano, se saldó con 340 soldados muertos y 37 oficiales, entre ellos el general Alberto Liuzzi, y con 1.871 soldados y 123 oficiales heridos, además de otros diez oficiales y 574 soldados desaparecidos, en su mayoría hechos prisioneros.
Para muchos milicianos antifascistas Guadalajara fue también un bautizo de fuego. Giovanni Pesce, militante comunista y partisano durante la Segunda Guerra Mundial, describió en sus memorias el horror por los bombardeos masivos y la visión de los cadáveres desfigurados, ante los cuales “trato de mantenerme en calma, mientras fuertes temblores recorren mi cuerpo”. Así como el temor de los prisioneros italianos porque creían que iban a ser torturados o ejecutados y, en cambio, eran tratados con humanidad por aquellos “viejos antifascistas víctimas del fascismo”.
La supremacía, por una vez, de la aviación republicana, así como la irrupción de los potentes tanques soviéticos, tuvieron efectos desmoralizadores sobre las tropas de Roatta, que se vieron obligadas a retroceder el 18 de marzo hasta Brihuega para evitar quedar rodeados por las unidades de Líster y Cipriano Mera. En los días siguientes los republicanos recuperaron el territorio perdido mientras que los italianos volvieron a sus posiciones iniciales. El periodista estadounidense Herbert Matthews declaró que “la derrota de los italianos en Guadalajara es un desastre comparable al de la batalla de Bailén para Napoleón”, aunque no fuera decisiva a medio plazo.
Pero el resultado de la batalla elevó enormemente la moral del nuevo Ejército Popular de la República, mientras suponía un duro golpe para el prestigio italiano ante el mundo y un redimensionamiento de su autonomía respecto al mando de Franco. Además, la derrota rompió definitivamente ese mito de la milicia voluntaria como imagen del ideal fascista. El general Roatta, comandante en jefe del CTV, se quejó de su falta de agresividad y de “odio al adversario”, y miles de ellos fueron repatriados a Italia bajo la etiqueta de “inútiles” o “indeseables”. El propio Mussolini había destacado el valor político una derrota sobre las Brigadas Internacionales, sin saber que se iba a volver en su contra. El desquite por Guadalajara se convirtió desde entonces en el leitmotiv de la intervención fascista en España.
FJMS