Celebrando la Legión Condor
Desde el principio, el régimen nazi se había esforzado por mantener en el mayor secreto posible tanto el apoyo de los insurgentes con aviones de transporte como también el posterior despliegue de la Legión Cóndor. Sin embargo, tras la victoria de Franco el 1 de abril de 1939, el panorama había cambiado por completo, en la medida en que el regreso de los llamados combatientes españoles (Spanienkämpfer) se escenificó deliberadamente como un gran espectáculo propagandístico. Recibidos personalmente por Herman Göring, Comandante en Jefe de la Luftwaffe, los legionarios alemanes, bronceados por el sol español, luciendo nuevas condecoraciones militares y vistiendo los uniformes caqui de las fuerzas nacionalistas de Franco, fueron tratados como estrellas en una semana de recepciones, desfiles y discursos. Desde el 31 de mayo hasta el 6 de junio, fecha tras la cual la Legión fue disuelta y sus miembros enviados de vuelta al ejército regular, los medios de comunicación alemanes publicaron numerosas imágenes de legionarios firmando autógrafos, recibiendo honores o desfilando en desfiles en los que eran colmados de flores y cigarrillos.
¿Por qué esta pomposa puesta en escena después de tanto secretismo? La victoria de Franco había creado hechos y la política de No-Intervención, a la que el régimen nazi también se había adscrito, era historia, por lo que no había necesidad de ocultar más el apoyo alemán para el bando insurgente. Aparte de eso, las celebraciones se dirigían sobre todo al público doméstico, al que –además de los héroes de la aviación de la Primera Guerra Mundial y los “mártires” del movimiento nazi– se podía presentar una nueva generación de héroes de guerra, que por primera vez habían luchado directamente por los objetivos del nacionalsocialismo en Europa, es decir, la lucha contra el bolchevismo internacional.
En las páginas del Völkischer Beobachter, el portavoz del partido nazi, pero también en otros periódicos, así como en revistas militares como Der Adler (ver imagen), la Legión Cóndor fue celebrada como la encarnación de la nueva Wehrmacht y sus integrantes como “soldados del Führer”. Esta imagen se complementó con las victorias militares y la superioridad real de la Legión en el teatro de guerra español que, tras el cuasi desarme forzado en 1919, servían perfectamente para generar un nuevo orgullo por la recuperada fuerza del ejército alemán.
Y para difundir lo más ampliamente posible este mensaje, ese mismo año, 1939, se rodó el documental “En la lucha contra el enemigo del mundo” (Im Kampf gegen den Weltfeind), al que también debería seguir un largometraje (nunca terminado) bajo el título Die Legion Condor.
Cabe señalar que el recuerdo de la Legión Cóndor no desapareció por completo de la escena con la caída del Tercer Reich en 1945. Es cierto que la República Federal de Alemania se fundó sobre el consenso de un rechazo absoluto del nacionalsocialismo. Sin embargo, en la Bundeswehr, el nuevo ejército de la Alemania Occidental fundado en 1955, el recuerdo de algunos antiguos comandantes de la Legión Cóndor se mantuvo vivo durante mucho tiempo como referencia positiva, una práctica a la que solo se puso fin por decisión del Ministerio de Defensa en 2005.
SB