Conspiración del llano Amarillo
Repository: Familia Sebastián Carrer
Creator: Carrer Vilaseca, Sebastián
Date Created: 1929
Type: Photograph
Extent: 1 item
34.88102, -4.67947
La fotografía realizada por capitán de Ingenieros Sebastián Carrer Vilaseca en 1929 enfoca un paisaje de Isaguén (Ketama) no muy lejos de Melilla conocido por los españoles como el Llano Amarillo. El ejército de África, formado por las tropas Regulares marroquíes indígenas de Dámaso Berenguer Fusté en 1911, y la Legión fundada por José Millan- Astray Terreros en 1920, solían realizar maniobras anuales en dicho paraje.
Aunque las reuniones de oficiales se prodigaron con anterioridad al 18 de julio, como fue el caso del encuentro en la Esperanza (Tenerife) de Franco, comandante de las islas Canarias, con su oficiales, que tendría lugar el 17 de junio de 1936; sin duda, la conspiración del Llano Amarillo ha pasado a la historia como un encuentro emblemático por haber ocurrido tan solo unos días antes de la sublevación.
El domingo 12 tras unas maniobras en las que habían participado entre 15.000 y 18.000 hombres, un grupo de jefes y oficiales durante el banquete que puso fin a los actos comenzaron a gritar consignas: “¡café¡” “¡café¡” (Camaradas, Arriba la Falange Española). Eran respondidos por otros con: ¡siempre¡, ¡siempre¡, que el teniente coronel Juan Yagüe, jefe de la 2ª Legión del Tercio, escuchaba emocionado. Oresidía el acto el general Manuel Romerales Quintero, comandante jefe de la circunscripción oriental del protectorado español con sede en Melilla, que no conocía el significado de aquella consigna.
Tras estos hechos, el 17 de julio, un grupo de oficiales al mando del cual actuaron el coronel Luis Solans Labedán y el teniente coronel retirado Juan Seguí Almuzara, jefe de la Falange en el protectorado español de Marruecos. Se vieron sorprendidos por una indiscreción en su conspiración y obligados a adelantar los planes previstos para el 18 de julio. Así ocuparon el edificio de la comandancia de Melilla donde se encontraba el general Romerales, al que obligaron a entregar el mando a punta de pistola. El general sería fusilado el 26 de agosto bajo la acusación de rebelión militar y de traición por los adictos al nuevo régimen.
Mientras se celebraban las maniobras del Llano Amarillo del 5 al 12 de julio, había despegado del aeropuerto londinense de Croydon el avión De Havilland llamado Dragón Rapide, que, financiado por Juan March, trasladó a Franco desde Las Palmas a Tetuán. Ceuta y Tetuán serían las siguientes fichas en caer antes de la llegada del general Franco el 19 de julio.
A las diez de la noche de aquel 17 de julio, en Tetuán solo se mantenían fieles a la República el Alto Comisario interino, señor Arturo Álvarez Buylla y el jefe del Aeródromo de Sania Ramel, comandante Ricardo de la Puente Bahamonde. Ambos fueron fusilados.
JD