Los niños españoles en el Albergue Émile Vandervelde
Repository: Institut Émile Vandervelde
Source:
Idioma original
Francés
Fuente
Institut Émile Vandervelde, Collection Iconographique, C 31/31, Bruselas (Bélgica).
Creador
Desconocido
Date Created: 1937
Type: Photograph
Extent: 1 item
La fotografía muestra a niños españoles evacuados a Bélgica en 1937 y alojados en el Home Émile Vandervelde, en Oostduinkerke. Una de las formas de solidaridad en las que la sociedad belga volcó su compromiso con España fue la evacuación de niños de zonas amenazadas por las tropas franquistas. Se crearon comités de acogida para recibirlos y el gobierno belga veló para que los proyectos de evacuación y albergue de los niños españoles pudiesen materializarse. Entre 1937 y 1939, unos 5000 niños españoles fueron acogidos en Bélgica.
El primer paso del proceso de acogida era la publicación de las convocatorias por los comités. Se proponían la acogida, la toma a cargo -es decir la contribución pecuniaria para la manutención de un niño alojado en un albergue- o la adopción. Los comités recibían las demandas de las familias belgas y las evaluaban. Algunas debieron ser rechazadas puesto que procedían de personas en situación precaria. También se debió hacer frente a problemas de orden práctico como la preferencia por la acogida de niños pequeños o el de mantener a niños que provenían de una misma familia en España lo más próximos los unos de los otros.
Casi desde el mismo momento de su llegada se planteó la cuestión de su retorno. La embajada de España en Bélgica se opuso a una eventual repatriación mientras el conflicto no estuviese decidido. Sin embargo, el Consejo de Ministros belga se preparó para afrontar esta posibilidad al objeto de evitar litigios con los padres adoptivos de los pequeños españoles. Con el objetivo de dar a estos todas las garantías para la repatriación de los niños, en diciembre de 1937 se acordó que serían repatriados solo si los padres españoles lo solicitaban, sus demandas contenían una serie de garantías en forma de documentos probatorios de la relación con los pequeños, certificados expedidos por la autoridad española y, finalmente, el certificado de conformidad expedido por el cónsul belga competente en España.
Ya en 1939, con la guerra decidida y negándose los comités socialistas a tratar con los franquistas, fueron la Cruz Roja y los comités católicos los que ejercieron de intermediarios para la repatriación. El primer contingente de niños retornados salió de la Gare du Midi de Bruselas el día 25 de abril de 1939. La cuestión del retorno, sin embargo, exigió más dedicación al gobierno. El ministro de Justicia, Paul-Émile Janson, recibió peticiones de la diputada socialista Isabelle Blume para considerar el estudio de algunos casos en los que los niños habían quedado huérfanos de padre y su madre se encontraba en alguno de los campos de refugiados franceses. Aunque se estableció una regla general que denegaba la entrada en Bélgica de refugiados españoles que tuviesen asilo en Francia, desde el Ministerio se aceptó estudiar demandas que, por razones familiares, económicas o laborales pudiesen representar casos excepcionales. De esta forma, aunque sí una mayoría lo hizo, no todos los niños españoles llegados a Bélgica durante la guerra civil volvieron a España cuando el conflicto terminó.
JVV