La Guardia Civil
Creator: Martin, Vicente
Source:
Gipuzkoa, Fondo Foto Car. CC BY-SA 3.0
Date Created: 1942
Extent: 1 item
43.32242, -1.98389
A principios del siglo XIX España era un país muy empobrecido en el que la delincuencia creció exponencialmente. Desde 1814 las sierras y los caminos de muchas regiones se llenaron de bandoleros que crearon un estado de inseguridad constante, un escenario que hizo llegar a toda una serie de autoridades a la misma conclusión: era necesario crear un cuerpo armado que se encargase de luchar contra el bandolerismo, pero no fue hasta 1844, y como parte de la construcción del Estado liberal centralizado, que se creó esta fuerza, la Guardia Civil. Desde sus inicios hasta la actualidad, sus integrantes han portado el distintivo sombrero de tres picos, como se ve en este desfile en San Sebastián en 1942.
No obstante, el momento más crítico para la institución, junto a la lucha contra el terrorismo de ETA o el bandolerismo decimonónico, se produjo entre 1936 y 1952, cuando la Guardia Civil fue encargada de llevar a cabo la lucha antiguerrillera desplegada por el bando rebelde y la dictadura franquista.
La institución había quedado quebrada por la guerra, ya que más de la mitad de sus 33.500 miembros permanecieron leales a la República. Los que quedaron, tenían que mostrar su lealtad al nuevo régimen. Las reacciones espontáneas del propio dictador nos ponen tras la pista de la centralidad de la Benemérita en la construcción de la dictadura franquista. Por ejemplo, en octubre de 1944 uno de sus asistentes le comentó durante una cacería que se estaban produciendo infiltraciones guerrilleras (cerca de 6.000 hombres) a través del Valle de Arán, a lo que el Caudillo respondió: “¿Y qué hace la Guardia Civil?”.
El auge guerrillero que se experimentó a partir de 1944 y de 1945 hizo que el Instituto Armado redoblase sus esfuerzos en materia contrainsurgente. Tanto es así que, de las setenta y seis órdenes generales cursadas en 1947 por su director, Camilo Alonso Vega, nada menos que sesenta y tres estuvieron relacionadas con la guerra antipartisana, el 82% en total. De esta manera, en el Nuevo Estado, que necesitaba de un aparato represivo formado por distintas agencias que pudieran llevar a cabo la ejecución de prácticas violentas con diversos fines, la Guardia Civil fue la institución que jugó un papel más relevante hasta los años cincuenta tanto en un sentido cuantitativo como cualitativo. La lucha antiguerrillera le costaría a la Benemérita 627 bajas.
AFP