Entrevista de Franco con Hitler en Hendaya, 23 de octubre de 1940
Creator: Hoffmann, Heinrich (1885-1957)
Source:
Public domain, USA.
Date Created: 1940-10-23
Extent: 1 item
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Cuando la pagana Alemania nazi atacó a la católica Polonia el 1 de setiembre de 1939, la propaganda franquista se puso de parte de la primera. Comenzaban así seis años de guerra en los que los dirigentes franquistas mostraron fanatismo, ambición y oportunismo. Sus acciones estuvieron a punto de involucrar al país en el conflicto varias veces, pese a que la inmensa mayoría de la población, después de sufrir casi tres años de guerra civil, contemplaba con horror tal posibilidad.
El primer momento clave para la dictadura española llegó con la derrota de Francia en junio de 1940. Para Franco, la guerra mundial estaba casi acabada y quería aprovecharse de ello para conseguir, con ayuda alemana, hacerse con un imperio en el norte de África a costa de las colonias francesas. Por eso España pasó de ser neutral a No-Beligerante ese mes. Era un paso previamente tomado por Mussolini antes de entrar en guerra. El país sólo volvería a la neutralidad, más teórica que real, en octubre de 1943, cuando ya Italia se había retirado de la guerra.
Cuando Franco se entrevistó con Hitler (como muestra la fotografía) en Hendaya el 23 de octubre, no llegaron a un acuerdo. (La reunión se conmemoró en el cartel que se muestra aquí). El dictador español pedía mucho al alemán, pero tenía poco que ofrecer. No obstante, aquél dijo que entraría cuando este se lo pidiese. Por fortuna nunca lo hizo. De haber entrado en el conflicto, los británicos habrían atacado España, comenzando por la toma de las Islas Canarias. No obstante, españoles y alemanes iniciaron la preparación del asalto a Gibraltar, que nunca se llevó a cabo. También el alto mando español preparó un plan de invasión de Portugal. Mientras tanto España seguía ayudando con logística, espionaje y el envío de materias primas a Alemania; y la propaganda franquista se deshacía en elogios hacia los nazis e insultos hacia los británicos.
El segundo momento clave llegó con la invasión nazi de la Unión Soviética en junio de 1941. Franco se apresuró a mandar a la División Azul para ayudar a los alemanes. Por fortuna para España, los Aliados no le declararon la guerra por esta acción. No es que el régimen no temiese tal posibilidad. Cuando los Aliados desembarcaron en el norte de África en noviembre de 1942, Franco y sus ministros pensaron por un momento que el Marruecos español iba a ser tomado como vía de entrada para avanzar hacia la península Ibérica.
La política exterior española no comenzaría a cambiar su rumbo hacia una neutralidad real hasta mediados de 1944. Para justificar sus acciones pasadas, a comienzos del año siguiente, el franquismo se inventó la teoría de las tres guerras: en la que mantenían los alemanes y los Aliados, decía haber sido neutral; en la de alemanes contra soviéticos, proalemanas; y en la de los Aliados contra Japón, pro-Aliados. Nadie se lo creyó y, como consecuencia, España viviría aislada internacionalmente y empobrecida durante muchos años más.