Carta a los Reyes Magos
Creator: Díaz Ron, Carmencita
Source:
Archives Nationales de France (Pierrefitte-sur-Seine), 20010221/4, Carpeta 167, Aveyron. «Carta de Carmencita Díaz a la CAEERF», 17 de noviembre de 1939.
Date Created: 1939
Type: Letter
Extent: 1 item
44.10067, 3.07776
El 17 de noviembre de 1939, la refugiada Carmencita Díaz envió desde Millau (Aveyron) una carta a la atención de Barbara Wood, trabajadora humanitaria y colaboradora de la Commision d’aide aux enfants espagnols réfugiés en France (CAEERF). Las Navidades se acercaban y, desde el exilio en Francia, Carmencita no sabía cómo hacer llegar su misiva a los Reyes. “En España yo escribía a los Reyes Magos para pedirles los juguetes –señalaba la pequeña–, y luego mi mamá les enviava (sic) la carta, pero aquí mi mamá está enferma y además me dice que no conoce al Padre Noel, por eso no puede mandarle mi carta. […] ¿Quiere Vd. Madame Wood ser mi madrina y mandársela?”.
Lejos de pedir juguetes, Carmencita indicaba que solo necesitaba “zapatos fuertes”, unas “medias” y una “capa de abrigo” para no mojarse cuando iba al colegio. Junto a su carta, envió una foto en la que aparecían ella y sus hermanos: “Es antigua pero no importa, es solo para que me conozca”, finalizaba. El 13 de diciembre, Renée de Monbrison, secretaria general de la CAEERF, contestó a su carta asegurando que ya se habían comunicado con el Padre Noel y que próximamente le harían llegar un paquete para ella y para sus hermanos. “Cuando uno tiene los pies calientes aprende mejor las lecciones, ¿verdad?”
Los niños y niñas españolas se convirtieron desde el inicio de la contienda en la principal preocupación de las organizaciones y comités de ayuda humanitaria que trabajaron intensamente para mitigar las consecuencias de la guerra sobre la población civil. Al término de la contienda, un grupo de mujeres francesas, españolas y británicas, entre ellas la cuáquera Edith Mary Pye, la sufragista Germaine Malaterre-Sellier y la socialista Matilde Huici, pusieron en marcha la CAEERF, con el objetivo de seguir garantizando la asistencia humanitaria a los menores que se habían visto obligados a cruzar la frontera junto a sus padres.
Durante los meses que transcurren entre febrero de 1939 y junio de 1940, el estallido de la Segunda Guerra Mundial en Francia las obligó a cesar su actividad, la CAEERF desarrolló en una impresionante labor de coordinación de la ayuda humanitaria destinada a los más de 1500 centros de acogida en los que estaban internadas mujeres y niños españoles. De ello dan testimonio alrededor de 3000 cartas conservadas hoy en los Archivos Nacionales en Francia. Cartas escritas especialmente por mujeres, sobre todo madres, pero también por los más pequeños quienes, como Carmencita Díaz, habían identificado a la organización como la principal interlocutora a la que hacer llegar sus demandas de ayuda material, sus solicitudes para localizar a un familiar perdido, sus dibujos y cuadernos escolares.
AMM