Elena Tello Portolés
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Me llamo Elena Tello Portolés, y soy profesora de Francés y de Español. Soy originaria de Lleida, (Cataluña) España, y actualmente vivo y trabajo en Seattle, Washington, EEUU. La familia de mi padre eran exiliados republicanos durante la Guerra Civil Española, y se refugiaron en el Campo de Refugiados en Angouleme, Francia. Desde allí fueron deportados a Alemania en un tren de mercancías, conocido como “El convoy de los 927”. Una vez en Alemania, los soldados alemanes separaron a las mujeres y niños pequeños y estos fueron llevados de nuevo a España. Mi abuelo, Lucas Tello Monterde, y mi tío, Jesús Tello Gómez, fueron enviados a los campos de concentración de Gusen y Mauthausen. Mi abuelo murió en Gusen, mientras que mi tío sobrevivió seis terribles años en los campos. Durante su vida, Jesús luchó para dar testimonio de los crímenes cometidos en los campos y para dar a conocer al mundo entero cómo era la vida de los internos.
Estaba preparando una presentación para el día de la Justicia Social que celebramos en mi escuela todos los años. El tema de la presentación era sobre tener identidades en conflicto (Español - Catalán) y sobre cómo sentirse orgulloso de tu herencia a pesar del choque de identidades. Durante la investigación sobre mi familia encontré la Tarjeta de Identificación Provisional de mi tío como prisionero en Mauthausen.
Este objeto es la Tarjeta de Identificación Provisional de Jesús Tello Gómez, expedida el 24 de agosto de 1940, cuando solo tenía 16 años de edad. Jesús pasó seis largos años como prisionero, y vio y experimentó los horrores de los campos de concentración. Encontré la fotografía en la página de Derechos.org, como parte de la evidencia que mi tío y otros deportados presentaron en el Procedimiento de la Querella presentada ante la Audiencia Nacional en el que fueron acusados algunos de los líderes de las SS responsables de Mauthausen.
La historia de mi familia ha tenido un gran impacto en mi vida, y la figura de mi tío y su lucha por los derechos humanos ha sido una guía para mí. Me entristece ver esta tarjeta, ya que me recuerda esas trágicas experiencias que vivieron mis seres queridos. Mi padre, por ser pequeño, tuvo la suerte de ser devuelto a España con su madre y otros hermanos, pero este viaje lo afectó fuertemente. Experimentar tanta furia, violencia y miedo tiene efectos secundarios, y mi padre era un hombre muy querido, con un gran sentido de la justicia, y también deprimido. Mi deseo es que con este pequeño gesto de reconocimiento se les devuelva, a él y a todos los que lo vivieron, un poco de la dignidad y humanidad que se les quitó, aunque no estén aquí para verlo.