Vista de El Biut desde Kudia Federico
Repository: Adrian Shubert Personal Collection, Toronto, Canada
Source:
Spatial coverage: 35° 51' 36" N, 5° 25' 48" W
Date Created: 1913, 1914
Type: Postcards
Extent: 1 item
En esta postal hecha entre 1913 y 1914 desde la posición de Kudia Federico se observa parte del parapeto de una de las fortificaciones realizadas por los ingenieros españoles para dominar las comunicaciones entre Ceuta y Tetuán, dentro del protectorado español (1912-1956). Los trabajos de la ingeniería militar española en Marruecos fueron muy extensos en el tiempo y en el territorio, y se ocuparon tanto de favorecer la iniciativa privada, como fue el caso de la minería, o de enlazar y proteger los caminos entre las poblaciones del norte de Marruecos.
Esta posición estaba situada en la localidad de El Biutz, conocida como Kudia Federico, y fue años después, entre 1936 y junio de 1940, un campo de concentración.
De los más de trescientos campos de concentración repartidos por toda la geografía española por los que pasaría cerca de un millón de españoles, al menos cuatro estuvieron en Marruecos. Aunque la proporción es relativamente pequeña, a Marruecos le cabe el triste honor de haber sido el lugar donde se construyó el primer campo, situado en la Alcazaba de Zeluán, que fue puesto en funcionamiento el mismo 19 de julio de 1936. Otro campo fue el de Zeluán, muy próximo a Melilla, este lugar ya había pasado a la historia con anterioridad, cerca del trágicamente celebre Monte Arruit (una posición cercada por los rifeños en 1921, que masacraron a la guarnición tras rendirse) también formaba parte de la memoria del desastre de Anual. A escasos tres kilómetros al sur de Tetuán se encontraba otro de los campos El Mogote. Finalmente, aunque fue considerado como una prisión para mujeres cabe mencionar el recinto amurallado del Fuerte de la Victoria Grande en la ciudad de Melilla.
Los campos fueron lugares de reclusión, depuración, exterminio, castigo y reeducación de los miles de españoles que pasaron por ellos. En el caso de Marruecos, una gran parte de los presos pertenecían a los centros obreros de Tetuán o Tánger, autoridades y funcionarios republicanos, más algunos judíos partidarios de la República. Además de las penosas circunstancias que padecieron los recluidos -maltrato, hambre, y malas condiciones de salubridad e higiene- sobre ellos se aplicó, en muchos casos, los famosos paseos. Solo en El Mogote más de cien fusilados. Los fusilamientos se produjeron en otras localidades como Asila, Chauen, Alcazarquivir, Rincón, Alhucemas, Nador, Castillejos, Río Martín, Bab Tizza o Targuist.
Las primeras actuaciones de los sublevados en Marruecos marcaban claramente lo que sería la conducta a seguir por las nuevas autoridades respecto de la población civil considerada no adicta. Algunas de las posiciones construidas por el ejército para dominar el territorio marroquí desde 1912, donde se habían librado algunas de las más renombradas hazañas patrias, se verían así degradadas tristemente en campos de castigo al servicio del nuevo orden.
JD