Circular del Comité de Auxilios Inmediatos
Repository: Archives Diplomatiques Belges
Creator: Comité de Auxilios Inmediatos
Source:
Fuente
Archives Diplomatiques Belges, Divers 11.170, “Guerre Civile. Propagande en Belgique et incidents communs 1936-39”, Bruselas (Bélgica).
Idioma original
Español
Tipo de recurso
Circular.
Date Created: 1937-10
Type: Letter
Extent: 1 item
El censo del Instituto Nacional de Estadística belga de 1947 contabilizó 1218 españoles instalados en Bélgica antes de 1935. El estallido de la guerra civil española afectó de lleno a esta comunidad pues una parte apoyó a los sublevados.
La junta militar dirigida por Franco desde el 1 de octubre de 1936 contó con una oficina de representación diplomática en Bruselas encabezada por el que, hasta la perpetración del golpe de estado, había sido el encargado de negocios de la Embajada española en Bélgica y Luxemburgo, Ernesto de Zulueta e Isasi. Este, solidarizado con los militares sublevados, anunció al gobierno republicano su renuncia y la del secretario segundo de la embajada, Alfonso García-Conde . Tras su dimisión, efectiva el 26 de julio de 1936, ambos crearon una representación del gobierno de Burgos en Bruselas que no sería reconocida oficialmente por el gobierno belga hasta principios de 1939. Actuando de forma “oficiosa” y, por lo tanto, sin reconocimientos y privilegios diplomáticos, Zulueta y García-Conde activaron sus contactos tanto en el gobierno belga como entre la comunidad de españoles para promocionar la oficina y dar cumplimiento a sus dos principales objetivos: promover la causa de los sublevados y dañar los intereses republicanos en Bélgica.
Las iniciativas de la oficina trascendieron los círculos políticos y diplomáticos e intentaron movilizar el apoyo del mayor número de españoles simpatizantes con la causa sublevada. Para ello, en 1937 se creo el llamado Comité de Auxilios Inmediatos. Su objetivo era recaudar dinero a través de donativos para la adquisición de ayuda material destinada a las tropas de Franco. Igualmente se hacía un llamamiento a la población femenina para que colaborasen con su trabajo de cara a la elaboración de prendas de vestir destinadas a que los soldados franquistas pudiesen encarar el invierno. El Comité también promovió otras iniciativas que estaban destinadas a incentivar los donativos. Se alentó, tal como sucedía en la zona franquista en España, la implantación del plato único los días 15 y 30 de cada mes y del “día sin postre” una vez a la semana.
Zulueta y García-Conde no dejaron nada al azar.
Sus esfuerzos para promover la causa sublevada y garantizar un aumento de su influencia y de su simpatía en Bélgica abarcaron todos los niveles de acción posibles. Desde el punto de vista diplomático lograron menoscabar el esfuerzo de la Embajada de España en Bélgica y Luxemburgo para defender los intereses republicanos; en el plano político desplegaron un esfuerzo importante que dio sus frutos en el reconocimiento del gobierno de Burgos antes de que finalizara la contienda; en el plano comercial supieron maniobrar y adaptarse a las circunstancias para lograr la creación de una Cámara de Comercio y para velar por los intercambios comerciales entre Bélgica y la zona controlada por los sublevados y, finalmente, en el plano propagandístico lograron involucrar tanto a nacionales belgas como españoles en iniciativas solidarias dirigidas a la obtención de recursos materiales destinados a mejorar la situación de los soldados franquistas en el frente.
JVV